El juego de rol japonés, maltratado en los últimos años, no había desaparecido, justo acaba de completar sus horas de espera para volver más fuerte que nunca gracias a Persona 5.
El juego de rol japonés, maltratado en los últimos años, no había desaparecido, justo acaba de completar sus horas de espera para volver más fuerte que nunca gracias a Persona 5. Como de costumbre, la serie devuelve todos los códigos jerárquicos y morales para vivir un año escolar único que expresa, mejor que todos los otros juegos, las dificultades de un adolescente de hoy en día. Sin embargo, con la presencia de un gato que habla y lucha con una gran cimitarra. Después de 8 años de ausencia, Persona 5 es precisamente el RPG de la venganza. Obra de arte, gran juego posmoderno que alterna entre alegría y pena de manera a veces suicida, Persona 5 hizo su propio nicho donde los aficionados se congregan, cada vez más dedicados. Son muchos y tienen razón. Pero más allá del glamour de la rebelión adolescente, Persona 5 está dirigido principalmente a aquellos que hacían campana para volver a jugar compulsivamente a los RPG, escondidos en su habitación hasta el agotamiento. Y, sin lugar a dudas, este es un juego que hace orgulloso al que lo ha vivido.